martes, 24 de junio de 2008

Reliquia, reliquiorum

no me extraña que el pobre San José (pepe para los amigos) suspirara! Ay, cómo para no, No tenía él bastante con que viene un arcángel y después de su anuncio, la parienta le dice que está encinta, sin haber conocido varón, pero encinta, vamos que a ver cómo lo explica a los demás carpinteros. Pues que normal que se conserven las plumas del arcángel, a cachitos se las fue arrancando nuestro Pepe. Lógica pura. Luego, pues que con esto del embarazo divino, todo son cambios y la leche materna pues sale pasteurizada y enriquecida con omega 3, supongo, y es de conservación permanente. Y bueno, ya tenía todo esto superado el Padre Putativo por excelencia, pero le sale el hijo con 14 prepucios, que a los 12 años se le va de casa a perderse por esos templos de Dios y le habla raro y encima se junta con el Bautista que tiene dos cráneos, el de pequeño y el de mayor. Y para colmo, antes de morirse se junta con todos sus amigos a comer unas lentejas y después van y le matan y se va al cielo dejándose los prepucios olvidados en habitaciones y lugares sagrados o vaya usté a saber. Con este panorama familiar, cómo no va a suspirar el pobre San José, ya lo dice el refrán, lo que no va en lágrimas, va en suspiros y si no, que se lo digan al Espíritu Santo que no pudo por menos que estornudar. Jesús!