ARROZ: Ese gran desconocido. Sobre sus propiedades beneficiosas

Queridos compañeros peralimoneros,

No me gusta tratar temas escatológicos, como bien sabéis, pero no se me ocurre mejor manera que ésta para introducir el asunto de nuestra...

¡¡TERCERA CENA TEMÁTICA!!
Esta vez patrocinada por: Bigote ARROZet

Imaginad la siguiente escena (con la melodía de Tomates Verdes Fritos como banda sonora, que queda muy fina):

Un apuesto hombre de piel de ébano, con un nombre aristocrático y grácil porte, se apea de un coche de gran potencia con un rictus de dolor en su mirada, que se adivina tras la visera de un casco de monoplaza. Nuestro protagonista es Lewis, de apellido aristocrático también, Hamilton, y el escenario no es otro que un tórrido circuito de fórmula 1, un agobiante día de Octubre en un Brasil en plena estación lluviosa.

"Oh my God, what's the matter with Lewis?" piensa alarmada su amada desde la grada... estupefacta y aterrorizada observa cómo el aguerrido piloto de recortadas y perfectas patillas anda ligeramente encorvado con sus manos en el abdómen...

Pssssssssrtsss, prtsttsstst....... dejemos la ñoñería y al grano:

Luisito no está imitando a Pozí (amparo te has fumao un porro, pozí, no, pozí), noooo!!! ha pillado una cagalera de, nunca mejor dicho, cagarse la perra, y el pobre iba propulsado, y no a causa de los ocho mil cilindros del McLaren precisamente... el negro más zumbón de Ron Dennis (me temo que aquí hay una clara relación muerdealmohadas vs soplanucas, pero es necesaria la "experta" opinión de nuestro pomerus capitanis para decidir quién agarra de la argolla a quién) lleva un par de días yéndose la pata pa'bajo y no hay nada que le sujete el esfinter (ni eso, malpensados), y... todo por qué???

Pues porque este hijo de la Gran Bretaña en particular, y los hijos de la Pérfida Albión, en general (sean o no albinos), no conocen nuestra inimitable y maravillosa...

¡¡¡DIETA MEDITERRÁNEA!!!

Si le dijeran a Lewis que con el arroz blanco se corta la descomposición, seguramente el cabr** ganaría el mundial en nuestra fábula improvisada, así que, si se entera, y como soy una narradora con bastante mala leche, le preparo unas almorranas como resultado del esfuerzo y santas pascuas... a ver quién es el valiente (descartando a los bilbaínos) que se sienta en el monoplaza con una bonita hemorroide (o dos mejor) durante un fin de semana entero, jijiji.

Así que, como en cuestiones de alimentación tenemos a una maravillosa dietista como compañera, y se ha puesto de lo más plasta y pesada por ir a cenar arroz al Tapelia argumentando sus miles de propiedades ocultas y callando las obvias, aunque todos las sepamos, el Comité de Cenas de Empresa ha decidido que más vale arroz en mano que crs volando... o algo así (rubia, cómo era el refrán??), y hemos sucumbido al entusiasmo de nuestra compañera como suele ser habitual en cuanto a cenas de empresa se refiere.

Este próximo miércoles, tras nuestra agotadora jornada laboral, nos acercaremos a este sin par restaurante para hacer bueno el dicho de "eres más pesado que el arroz de bomba" (por cierto, os pido que me expliquéis este dicho en comentario, que ni zorris de a qué viene), y cada uno de los asistentes degustará una sabrosa variedad del plato favorito de Chuck Norris (si he metido la pata, sustituir a Chuck por el entrenador de Karate Kid, ese fijo que comía arroz por un tubo).

Lo dicho, compañeros y compañeras, la organización es consciente de las dificultades para acudir a este evento por parte de las madres de familia así que no se tendrá en cuenta la falta de asistencia en la sección de pendientes del archivo fotográfico de la rebe (más secreto que el de nuestro idolatrado Alfredo). Los que acudáis seréis bien recibidos, los que no, criticados pero, eso sí, sin acritud y con infinito cariño.

Y para concluir, un último apunte: un arroz saca de muchos apuros, y con un huevo frito, ya ni os cuento, vosotros veréis...