Por Bakar

Sonríe Kroni,

Una sonrisa no cuesta nada pero vale mucho.
No empobrece a quien lo day enriquece a quien la recibe.

Dura sólo un instante y perdura en el recuerdo eternamente.

Es la señal externa de la amistad profunda.

Nadie hay tan rico que pueda vivir sin ella, y nadie tan pobre que no la merezca.

Una sonrisa alivia el cansancio, renueva las fuerzas y es consuelo en la tristeza.

Una sonrisa tiene valor desde el momento que se da.

Si crees que a ti la sonrisa no te aporta nada, sé generoso y da una de las tuyas

porque nadie tiene tanta necesidad de una sonrisa como quien no sabe sonreír.

(poema de gasolinera)

De eso nuestros amigos perrunos saben muchos. No sonríen con la boca, como los humanos, a veces tan en falso; sonríen con los ojos, con la cola; sonríen cuando llegas a casa y te saludan a dos patas, saltando como si fueras un lomo de guijuelo, cual totem idílico de bienestar, de sumo placer. Los perrones son así. Te quieren, te buscan, te hacen compañía y, aunque tengas la certeza de que durarán menos que tú, te duele que te dejen. Animales de inteligencia primaria y fundamental, aprendes de ellos la simple ecuación de la felicidad:

tengo hambre=me dan pienso

me pica=me rasco

tengo ganillas=me lamo la cuca / me froto con la zapatilla

llega el amo/ama=muevo la cola (el que tenga) y voy a él, por si cae algo

toca dormir=menos en la cuna me subo al sofá, cama o cualquier cosa

truena fuera=me acojono y me voy al amo/ama, acurrucao, tocando cacho

etc.

Así son, crean un poquito de adicción.

Muchos Ánimos

Muxu bero bero bat