Las lecciones del Profesor Pomero. Lección 24

Ad Professorem consagratum o el arte de vivir de puta madre después de duros años de estudio y esfuerzo intelectual, y cómo conjugar las inquietudes y profesionalidad con el mundo real.
Recomendaciones -de obligado cumplimiento según los casos y cosas-:
1) Haz todo lo que te digan unos y otros, arrímate al sol que más calienta y hazte el yo-claudio hasta que veas el final del tunel o te saques la plaza -puede ser que hayas cumplido los cuarenta y sigas recogiendo pastillas de jabón, pero es poco probable si consigues de una p vez lo que todos sabemos-
2) Intenta coquetear siempre y todo lo que puedas con tus colegas de sexo contrario o incluso del mismo sexo, depende de casos.
3) Si procede, tírate a quien tenga el poder, sino haz ver que te gustaría pero que no vas a tomar la iniciativa porque eres muy modosito
4) No destaques demasiado ni demasiado pronto porque te joderán vivo, todo a su tiempo
5) En los malos momentos piensa que sólo es trabajo y que no eres menos aunque los demás te hagan de menos
6) No caigas en el chantaje de los débiles o los que están por debajo tuyo, sólo de los que planean por encima de tu cabeza, los gurús, sígueles como un halcón a una paloma -también es posible que la paloma te cague en un momento dado-, invítales a unos zuritos y agradéceles su deferencias
7) Mimetizaté con el entorno -nada de mariconadas en un despacho que no es tuyo, ni fotitos ni chorradas-. Incluso podrías pensar en llevar el kit de camping -silla, mesa plegable, katillu, polizín para ejercicios de lenguas varias- para no hacer culo falso en otra silla.
8) Consulta todos los oráculos del mundo aunque al final lo suyo es que hagas todo lo que quieras según tu conciencia, para no arrepentirte después. Que por tí no quede, brravvo, brravíiisimo, y también ¡ole, tus cojones!
9) Llama frecuentemente a tus mercenarios/as y consulta LaPera, realizando aportaciones desde el más allá
10) Hazte sindicalista de una puta vez, o en su defecto Primer Ministro, y llévanos contigo